De nombre Rinaldo Conti, pertenecía a la familia de los condes de Segni al igual que dos papas anteriores, Inocencio III y su tío Gregorio IX quien lo nombró cardenal en 1227 y cardenal obispo de OSTIA en 1231.
Continuó la política de su predecesor, tratando de suavizarla en lo posible. La lucha por la corona de Sicilia se prolongó hasta que Manfredo tuvo que retirarse ante Carlos de Anjou, que fue coronado por Urbano IV.
En 1225 aprueba la creación de la Universidad de Salamanca por Alfonso x, el sabio le concede sello propio y la licencia ubique docendi.
En 1256 promulga la bula Liceo Ecclesiae Catholicae, por la que organizó los diversos grupos de ermitaños de inspiración agustiniana, en una sola y única Orden.
En 1260 nombró Alejandro a San Alberto Magno, el Doctor universalis, obispo de Ratisbona. Aquel mismo año se formó, probablemente en Perusa, el primer movimiento de los peregrinos llamados flagelantes, uno de los fenómenos más característicos de la Edad Media, que recorrían centenares de leguas dirigiéndose hacia Roma y flagelándose durante el camino, en señal de penitencia.
Durante su pontificado, Alejandro IV canonizó a Clara Asís (1255) y a Iñigo de Oña (1259).
Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Signum ostiense (El signo de Ostia), cita que hace referencia tanto a su apellido como al hecho de que fue cardenal de Ostia antes de ser elegido pontífice.
Autores: Gonzalo y RIcardo
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